La pizarra de las pitas enardeciendo la tarde, el otoño, los ítems de los árboles besando el río, llorones, las serpientes de plata que ondean el agua, el mar acerado del aire y besos a punto de nacer, sensibles. Las pestañas salpicadas de gotas de luz vuelven a crepitar, mientras un aleteo imperceptible e invisible me calienta los labios. |
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